Gomaya Sutta: comprende la naturaleza transitoria del Ser
Gomaya Sutta: comprende la naturaleza transitoria del Ser
Dukkha o insatisfactoriedad, es un tema central de las enseñanzas del Buda que no paramos de estudiar. La vida incluye las cosas que no nos hacen felices, pero en lugar de entenderlo y aceptarlo, luchamos en contra de esta Primera Noble Verdad. El resultado es que vivimos sin conocer la auténtica felicidad que llega cuando comprendemos la naturaleza transitoria del Ser y de las cosas.
¿Te has dado cuenta cómo nos aburrimos muy fácil de las cosas y las personas? ¿Has notado como muchas personas (o tú) se la pasan quejándose de todo y de todos? ¿Nunca has notado que la vida parece una carrera para conseguir mini-euforias de tiempo completo?
¡Qué cansado es vivir así!
Nos aferramos a tantas ilusiones y fantasías, que ya no sabemos qué es lo que en verdad nos lleva a la liberación del sufrimiento. Pero el Buda nos dice que no podemos aferrarnos siquiera a la personalidad que nos hemos construido, porque es inefable y dinámica.
El Gomaya Sutta (Sutra del estiércol de vaca) es un discurso esencial en el canon budista, que nos brinda una profunda comprensión de la naturaleza transitoria del Ser. Hoy quiero compartir contigo el significado de este sutra, su importancia, y cómo su estudio puede transformar nuestra percepción de la existencia y guiarnos hacia la liberación del sufrimiento.
Introducción al Gomaya Sutta
El Gomaya Sutta es un sermón del Buda que se centra en la impermanencia y la falta de una esencia duradera en los fenómenos que componen la existencia. Eso incluye nuestra ilusión del Ser. O sea que lo que crees que eres es una narración a la que te aferras, ignorando que todas las narraciones son flotantes, cambian a lo largo del tiempo y que son el resultado de nuestros motivos egocéntricos.
En este sutra, el Buda responde a un monje que le pregunta si hay algo en el mundo que sea constante, permanente, eterno y no sujeto a cambio. La respuesta del Buda es clara y directa: «No, monje, no hay forma, sentimiento, percepción, fabricaciones ni conciencia que sea constante, permanente, eterna, no sujeta a cambio, que permanezca así para la eternidad».
La razón por la que es importante
Este sutra es fundamental porque aborda uno de los principios centrales del budismo: la impermanencia (Anicca) del Yo, así como de todas las cosas y fenómenos.
Absolutamente todo en el multiverso es impermanente. Las cosas, el dinero, el control, tus ideas más valiosas, lo que amas y lo que no. Y, por desgracia, eso incluye tu mente y tu sentimiento de Yo. Entonces, comprender la naturaleza transitoria del Ser es crucial para liberar la mente de los apegos y el sentimiento de que nada te satisface.
El Buda explica que no hay nada en la existencia que permanezca sin cambio, y esta comprensión es la base para el desapego y la práctica del camino hacia la liberación.
Y no, no se trata de tomar una postura derrotista asumiendo que todo muere y se destruye. La enseñanza de Shakyamuni es: todo es dinámico y se transforma a lo largo del tiempo, por lo que es inútil tratar de retener a las personas, experiencias, fenómenos u objetos.
El Yo como una construcción cambiante
El Buda utiliza una metáfora poderosa en el Gomaya Sutta. Levantando un poco de estiércol de vaca, dice: «No hay ni siquiera esta cantidad de un estado del ser que sea constante, permanente, eterno, no sujeto a cambio, que permanezca así para la eternidad». Este ejemplo ilustra que incluso la noción de un «yo» o «ser» es una construcción que cambia con el tiempo. La naturaleza transitoria del Ser implica que nuestras identidades, emociones y pensamientos son impermanentes y están en constante flujo.
A lo largo de nuestras vidas, nos aferramos a la idea de un «yo» fijo y permanente. Sin embargo, nuestras experiencias, deseos y pensamientos cambian continuamente. Esta realización es fundamental para la práctica budista, ya que nos ayuda a soltar la ilusión de un yo permanente y nos permite vivir de manera más libre y consciente.
A esta enseñanza también se le llama Ilusión de Continuidad, porque el ego asume que sí mismo es permanente, aún después de la muerte.
No hay nada a lo que te puedas aferrar
El Buda enseña en el Gomaya Sutta que no hay nada en este mundo a lo que podamos aferrarnos con seguridad. Todo cambia con el tiempo. «Todo lo que es compuesto está sujeto a desintegración», dice el Buda. La naturaleza transitoria del Ser nos muestra que las formas, los sentimientos, las percepciones, las fabricaciones y la conciencia están en un estado constante de cambio. Aferrarse a cualquiera de estos aspectos solo conduce al sufrimiento.
Esta enseñanza nos lleva a considerar nuestras propias vidas. ¿A qué nos aferramos? ¿Qué expectativas tenemos sobre nosotros mismos y sobre los demás? Al comprender la impermanencia de todas las cosas, podemos empezar a soltar nuestras expectativas y a vivir de manera más plena y en paz con el flujo natural de la vida.
La importancia de Shikantaza
Shikantaza es una práctica clave para entender el Gomaya Sutta, la inexistencia del Yo (Anatta) y la impermanencia de las cosas (Anicca). En Shikantaza, simplemente nos sentamos y observamos, sin intentar controlar o cambiar nada. Esto nos permite experimentar directamente la naturaleza transitoria del Ser, de nuestros pensamientos y apegos.
Al practicar Shikantaza, notamos cómo los pensamientos, las sensaciones y las emociones surgen y pasan. Observamos el flujo constante de la mente y nos damos cuenta de que no necesitamos aferrarnos a nada. Aunque intentemos aferrarnos, ¡es imposible de verdad! Esta experiencia directa de la impermanencia nos ayuda a internalizar las enseñanzas del Gomaya Sutta y a vivir de acuerdo con ellas.
Liberación del sufrimiento a través del budismo Zen
El Gomaya Sutta nos da esperanza al mostrarnos que es posible liberarnos del sufrimiento practicando el budismo Zen. Al comprender la naturaleza transitoria del Ser, podemos dejar de aferrarnos a las ilusiones y vivir de manera más libre y consciente. El Buda nos enseña que, aunque todo es impermanente, esta misma impermanencia es la puerta hacia la liberación.
Al aceptar que no hay nada permanente a lo que aferrarnos, podemos soltar nuestros miedos y ansiedades. La práctica del desapego y la aceptación de la impermanencia nos conducen a una vida más plena y en paz. La meditación y la práctica del budismo Zen nos proporcionan las herramientas necesarias para cultivar esta comprensión y aplicarla en nuestra vida diaria.
El sutra cierra con estos párrafos:
De esas 84.000 mujeres, sólo había una que me atendía en un momento dado: una guerrera noble o una guerrera mitad brahmán, mitad guerrera noble. De esos 84.000 kotis de prendas de vestir, solo había una que usaba en un momento dado: una hecha de lino fino, una hecha de seda fina, una hecha de lana fina o una hecha de algodón fino. De esos 84.000 platos, sólo había uno del que comía en un momento dado una medida de arroz y una cantidad adecuada de curry.
Pero ahora, monje, todas esas invenciones han pasado. Dejado. Cambiado. Así de inconstantes son las fabricaciones, monje. Así de impermanentes son las invenciones, monje. Así de poco fiables son todas las invenciones, monje: lo suficiente como para desencantarse con todas las fabricaciones, lo suficiente como para volverse desapasionado, lo suficiente como para ser liberado.
Gassho,
Kyōnin
奔道 協忍
Kyōnin
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Re: Gomaya Sutta: comprende la naturaleza transitoria del Ser
Gomaya Sutta, traducido por IA, por lo que no es 100% confiable, pero nos puede dar una idea de qué va.
Cerca de Sāvatthī. Entonces un monje se acercó al Bienaventurado y, al llegar, se inclinó ante él y se sentó a un lado. Mientras estaba sentado allí, le dijo al Bienaventurado: "Señor, ¿hay alguna forma que sea constante, permanente, eterna, que no esté sujeta a cambio, que permanezca tal como está por la eternidad? ¿Hay algún sentimiento... cualquier percepción... ¿Hay alguna invención... ¿Hay alguna conciencia que sea constante, permanente, eterna, que no esté sujeta a cambios, que permanezca tal como está por la eternidad?"
"No, monje, no hay forma... sin sensación... sin percepción... no hay fabricaciones... No hay conciencia que sea constante, permanente, eterna, que no esté sujeta a cambio, que permanezca tal como está por la eternidad".
Entonces el Bienaventurado, recogiendo un poquito de estiércol de vaca, le dijo al monje: "Ni siquiera hay tanta ganancia de un estado propio [attabhāva-paṭilābho] que sea constante, permanente, eterno, no sujeto a cambio, que permanezca tal como está por la eternidad. Si existiera incluso esta ganancia de un estado del yo que fuera constante, permanente, eterno, no sujeto a cambios, que permaneciera tal como está por la eternidad, entonces esta vivencia de la vida santa para el final correcto del sufrimiento y el estrés no sería discernida. Pero debido a que ni siquiera hay esta ganancia de un estado del yo que sea constante, permanente, eterno, que no esté sujeto a cambios, que permanecerá tal como está por la eternidad, se discierne esta vivencia de la vida santa para el final correcto del sufrimiento y el estrés.
"Una vez, monje, fui un noble rey guerrero ungido como cabeza. Cuando yo era un noble rey guerrero ungido con la cabeza, tenía 84.000 ciudades, la principal de las cuales era la capital, Kusāvati. Tenía 84.000 palacios, el principal de los cuales era el Palacio del Dhamma. Tenía 84.000 salones con techos de picos, el principal de los cuales era el Salón con techo de Great Array Peak. Tenía 84.000 tronos hechos de marfil, de duramen, de oro, de plata, cada uno con una colcha de vellón largo, una colcha de lana blanca, una colcha bordada, una alfombra de piel de ciervo kadali, con un dosel encima y cojines rojos a cada lado.
"Tenía 84.000 elefantes macho con adornos dorados, estandartes dorados, cubiertos con redes de hilo de oro, el principal de los cuales era el elefante toro real Uposatha. Tenía 84.000 corceles pura sangre con adornos dorados, estandartes dorados, cubiertos con redes de hilo dorado, el principal de los cuales era el corcel pura sangre real Valāhaka. Tenía 84.000 carros con adornos de oro, estandartes de oro, cubiertos con redes de hilo de oro, el principal de los cuales era el carro Vejayanta.
"Tenía 84.000 gemas, la principal de las cuales era la gema del tesoro. Tenía 84.000 mujeres, la principal de las cuales era la reina Bhaddā. Tenía 84.000 vasallos nobles guerreros, el principal de los cuales era la gema comandante. Tenía 84.000 vacas con correas de yute fino y cubos de leche de bronce. Tenía 84.000 koṭis [diez millones] de prendas de vestir hechas de lino fino, seda fina, lana fina o algodón fino. Tenía 84.000 platos en los que se servían comidas por la mañana y por la noche.
"De esas 84.000 ciudades, solo había una en la que residía en un momento dado: Kusāvati, la capital. De esos 84.000 palacios, sólo hubo uno en el que residí en un momento dado: el Palacio del Dhamma. De esos 84.000 salones con techo de pico, solo había uno en el que residía en un momento dado: el Salón con techo de Great Array Peak. De esos 84.000 tronos, solo hubo uno que usé en un momento dado: uno hecho de marfil, uno hecho de duramen, uno hecho de oro o uno hecho de plata.
"De esos 84.000 elefantes macho, solo monté uno en un momento dado: el elefante macho real Uposatha. De esos 84.000 corceles pura sangre, sólo hubo uno que monté en un momento dado: el corcel pura sangre real Valāhaka. De esos 84.000 carros, solo hubo uno que monté a la vez: el carro Vejayanta.
"De esas 84.000 mujeres, sólo había una que me atendía en un momento dado: una guerrera noble o una guerrera mitad brahmán, mitad guerrera noble. De esos 84.000 koṭis de prendas de vestir, solo había una que usaba en un momento dado: una hecha de lino fino, una hecha de seda fina, una hecha de lana fina o una hecha de algodón fino. De esos 84.000 platos, sólo había uno del que comía en un momento dado una medida de arroz y una cantidad adecuada de curry.
"Pero ahora, monje, todas esas invenciones han pasado. Dejado. Cambiado. Así de inconstantes son las fabricaciones, monje. Así de impermanentes son las invenciones, monje. Así de poco fiables son todas las invenciones, monje: lo suficiente como para desencantarse con todas las fabricaciones, lo suficiente como para volverse desapasionado, lo suficiente como para ser liberado.
Cerca de Sāvatthī. Entonces un monje se acercó al Bienaventurado y, al llegar, se inclinó ante él y se sentó a un lado. Mientras estaba sentado allí, le dijo al Bienaventurado: "Señor, ¿hay alguna forma que sea constante, permanente, eterna, que no esté sujeta a cambio, que permanezca tal como está por la eternidad? ¿Hay algún sentimiento... cualquier percepción... ¿Hay alguna invención... ¿Hay alguna conciencia que sea constante, permanente, eterna, que no esté sujeta a cambios, que permanezca tal como está por la eternidad?"
"No, monje, no hay forma... sin sensación... sin percepción... no hay fabricaciones... No hay conciencia que sea constante, permanente, eterna, que no esté sujeta a cambio, que permanezca tal como está por la eternidad".
Entonces el Bienaventurado, recogiendo un poquito de estiércol de vaca, le dijo al monje: "Ni siquiera hay tanta ganancia de un estado propio [attabhāva-paṭilābho] que sea constante, permanente, eterno, no sujeto a cambio, que permanezca tal como está por la eternidad. Si existiera incluso esta ganancia de un estado del yo que fuera constante, permanente, eterno, no sujeto a cambios, que permaneciera tal como está por la eternidad, entonces esta vivencia de la vida santa para el final correcto del sufrimiento y el estrés no sería discernida. Pero debido a que ni siquiera hay esta ganancia de un estado del yo que sea constante, permanente, eterno, que no esté sujeto a cambios, que permanecerá tal como está por la eternidad, se discierne esta vivencia de la vida santa para el final correcto del sufrimiento y el estrés.
"Una vez, monje, fui un noble rey guerrero ungido como cabeza. Cuando yo era un noble rey guerrero ungido con la cabeza, tenía 84.000 ciudades, la principal de las cuales era la capital, Kusāvati. Tenía 84.000 palacios, el principal de los cuales era el Palacio del Dhamma. Tenía 84.000 salones con techos de picos, el principal de los cuales era el Salón con techo de Great Array Peak. Tenía 84.000 tronos hechos de marfil, de duramen, de oro, de plata, cada uno con una colcha de vellón largo, una colcha de lana blanca, una colcha bordada, una alfombra de piel de ciervo kadali, con un dosel encima y cojines rojos a cada lado.
"Tenía 84.000 elefantes macho con adornos dorados, estandartes dorados, cubiertos con redes de hilo de oro, el principal de los cuales era el elefante toro real Uposatha. Tenía 84.000 corceles pura sangre con adornos dorados, estandartes dorados, cubiertos con redes de hilo dorado, el principal de los cuales era el corcel pura sangre real Valāhaka. Tenía 84.000 carros con adornos de oro, estandartes de oro, cubiertos con redes de hilo de oro, el principal de los cuales era el carro Vejayanta.
"Tenía 84.000 gemas, la principal de las cuales era la gema del tesoro. Tenía 84.000 mujeres, la principal de las cuales era la reina Bhaddā. Tenía 84.000 vasallos nobles guerreros, el principal de los cuales era la gema comandante. Tenía 84.000 vacas con correas de yute fino y cubos de leche de bronce. Tenía 84.000 koṭis [diez millones] de prendas de vestir hechas de lino fino, seda fina, lana fina o algodón fino. Tenía 84.000 platos en los que se servían comidas por la mañana y por la noche.
"De esas 84.000 ciudades, solo había una en la que residía en un momento dado: Kusāvati, la capital. De esos 84.000 palacios, sólo hubo uno en el que residí en un momento dado: el Palacio del Dhamma. De esos 84.000 salones con techo de pico, solo había uno en el que residía en un momento dado: el Salón con techo de Great Array Peak. De esos 84.000 tronos, solo hubo uno que usé en un momento dado: uno hecho de marfil, uno hecho de duramen, uno hecho de oro o uno hecho de plata.
"De esos 84.000 elefantes macho, solo monté uno en un momento dado: el elefante macho real Uposatha. De esos 84.000 corceles pura sangre, sólo hubo uno que monté en un momento dado: el corcel pura sangre real Valāhaka. De esos 84.000 carros, solo hubo uno que monté a la vez: el carro Vejayanta.
"De esas 84.000 mujeres, sólo había una que me atendía en un momento dado: una guerrera noble o una guerrera mitad brahmán, mitad guerrera noble. De esos 84.000 koṭis de prendas de vestir, solo había una que usaba en un momento dado: una hecha de lino fino, una hecha de seda fina, una hecha de lana fina o una hecha de algodón fino. De esos 84.000 platos, sólo había uno del que comía en un momento dado una medida de arroz y una cantidad adecuada de curry.
"Pero ahora, monje, todas esas invenciones han pasado. Dejado. Cambiado. Así de inconstantes son las fabricaciones, monje. Así de impermanentes son las invenciones, monje. Así de poco fiables son todas las invenciones, monje: lo suficiente como para desencantarse con todas las fabricaciones, lo suficiente como para volverse desapasionado, lo suficiente como para ser liberado.
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Kyōnin
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- Sergio Robles
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Re: Gomaya Sutta: comprende la naturaleza transitoria del Ser
Amituofo Sensei
Gracias por Compartir
Gassho
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Gassho
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- Meigyo Pintos
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Re: Gomaya Sutta: comprende la naturaleza transitoria del Ser
Querido Sensei
Muchísimas Gracias por tal Enseñanza que nos impartes en tu bondoso compartir.
Amituofo
Muchísimas Gracias por tal Enseñanza que nos impartes en tu bondoso compartir.
Amituofo
Espíritu de aprendiz!
Meigyo
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Meigyo
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Re: Gomaya Sutta: comprende la naturaleza transitoria del Ser
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Oscar Fontana
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- Leonardo Herrera
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- Registrado: Jue Ago 27, 2020 7:31 pm
Re: Gomaya Sutta: comprende la naturaleza transitoria del Ser
Sensei gracias por la enseñanza ...Amituoffo
- Leonardo Herrera
- Mensajes: 575
- Registrado: Jue Ago 27, 2020 7:31 pm
Re: Gomaya Sutta: comprende la naturaleza transitoria del Ser
Leyendo esta enseñanza ..me surgen los argumento que muchas veces se le señalado al budismo de ser en el fondo ,una filosofia nihislista , donde si todo cambia y nada es permanente que sentido tiene la vida ?...que sentido tiene hacer planes y tener proyectos ?... puedes Kyonin , aclararnos cuan cierto este argunmento hacia el Budismo ?
- Sergio Robles
- Mensajes: 192
- Registrado: Jue Ago 27, 2020 8:42 pm
Re: Gomaya Sutta: comprende la naturaleza transitoria del Ser
Amituofo Sensei
Una disculpa pero me gustó la pregunta de Leo como para un Caso del Laboratorio de la Mente del Profesor Von Chocobuden.
Qué de malo hay en no tener planes y proyectos?
Gassho
Una disculpa pero me gustó la pregunta de Leo como para un Caso del Laboratorio de la Mente del Profesor Von Chocobuden.
Qué de malo hay en no tener planes y proyectos?
Gassho
Honor, Compasión y Coraje
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Re: Gomaya Sutta: comprende la naturaleza transitoria del Ser
Hola Leo,Leonardo Herrera escribió: ↑Mié Jun 12, 2024 11:27 pm Leyendo esta enseñanza ..me surgen los argumento que muchas veces se le señalado al budismo de ser en el fondo ,una filosofia nihislista , donde si todo cambia y nada es permanente que sentido tiene la vida ?...que sentido tiene hacer planes y tener proyectos ?... puedes Kyonin , aclararnos cuan cierto este argunmento hacia el Budismo ?
Hay varios aspectos sobre tu pregunta.
1. El budismo no es nihilismo: Aunque el budismo nos enseña que todo es impermanente y que no hay un "yo" al qué abrazarse, no sostiene que la vida carezca de sentido. La enseñanza de la impermanencia nos ayuda a vivir con mayor atención y compasión, reconociendo la belleza y la fragilidad de la vida.
2. El Buda nunca dijo que la vida no tiene sentido: El Buda enseñó que el propósito de la vida es liberarse del sufrimiento para vivir con compasión y sabiduría. En el Sutra del Diamante, el Buda habla de la importancia de desarrollar una mente despierta y compasiva.
Muchos maestros del Zen como Sawaki Kodo o Sheng Yen nos dicen que nuestro propósito de vida es ayudar a que la vida siga adelante, siempre viendo por los demás.
3. Planes y metas: Claro que los budistas hacemos planes y tenemos metas, pero no nos apegamos obsesivamente a ellos. Bodhidharma nos enseña "El que ve su propia naturaleza es un buddha. Y el buddha es la persona que está libre: libre de planeamientos, libre de preocupaciones". Esto significa que podemos tener metas y trabajar hacia ellas, pero debemos estar preparados para adaptarnos a los cambios. Lo que nos lleva a...
4. Impermanencia y adaptación: La enseñanza de la impermanencia nos ayuda a adaptarnos a los cambios de la vida. También Bodhidharma, en el Bosquejo de la Práctica, menciona la importancia de adaptarse a las condiciones.
5. Aceptar lo que no controlamos: Comprendemos que no todo está bajo nuestro control. Esto nos permite fluir con la vida y aceptar lo que venga, como se enseña en el Zen.
6. Liberarnos de la obsesión: Al liberarnos de la obsesión, podemos ser más creativos y compasivos. La mente libre de apegos puede ver la verdadera naturaleza de las cosas y actuar con claridad y compasión.
Finalmente, nosotros tenemos un concepto de prosperidad un poco distinto.
7. Atención y prosperidad: Estar atentos a nuestros pensamientos y acciones crea las condiciones para prosperar. No es más próspero el que tiene más dinero o poder, sino el que hace que la vida florezca a su alrededor.
Si nuestros motivos y planes giran en torno a la compasión, tu vida prospera y la de los seres que te rodean también.
Entonces, claro que tenemos metas y nos movemos hacia adelante en la vida. Es solo que al estudiar el Buddhadharma no nos quedamos con los primeros mensajes, que parecen limitantes y confusos.
¿Ves?
Gassho,
Kyōnin
奔道 協忍
Kyōnin
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- Leonardo Herrera
- Mensajes: 575
- Registrado: Jue Ago 27, 2020 7:31 pm
Re: Gomaya Sutta: comprende la naturaleza transitoria del Ser
garacias Sensei por la explicacion
Me quedo con esto ..
"El Buda enseñó que el propósito de la vida es liberarse del sufrimiento para vivir con compasión y sabiduría."
Gashsso...
Me quedo con esto ..
"El Buda enseñó que el propósito de la vida es liberarse del sufrimiento para vivir con compasión y sabiduría."
Gashsso...