La pobreza en el Zen, por Dogen Zenji

 

Shobogenzo Zuimonki 3-7

El Maestro Dogen enseñó lo siguiente:

Los monjes Zen deben acordarse siempre de la forma de vida de los Budas y Patriarcas. En primer lugar, no deben buscar la riqueza ni codiciar la tierra. ¿Por qué? Por lo siguiente: la bondad del Tathagata fue tan insondable que no puede ser comparada a ninguna otra. Todos sus actos tuvieron como meta el bien de todos los seres vivientes. No hizo la más mínima acción que no fuera beneficiosa para todos los seres vivientes. Dado que fue coronado como Rey Que Gira La Rueda Del Dharma, podía haber ascendido al trono y podía haber regido el mundo como hubiera querido. Podía haber agasajado a sus discípulos con tesoros y haberlos colmado de riquezas. Sin embargo, abandonó tal posición y practicó la mendicidad. ¿Por qué? Porque esto era lo más beneficioso para todos los seres vivos de las generaciones futuras y lo más beneficioso para sus discípulos. Esta es la razón por la que no acumuló riquezas y practicó la mendicidad.

Desde entonces, todos los Patriarcas conocidos en India y en China han practicado la pobreza y la mendicidad. Todos los Patriarcas de nuestra tradición nos han alentado a no acumular riquezas. Cuando los seguidores de las escuelas de enseñanzas elogian nuestra tradición, entre otras cosas lo hacen por nuestra actitud ante la pobreza.

La pobreza de los monjes Zen ha sido también registrada y transmitida por los libros de las épocas pasadas y los de ésta. Ningún hombre rico ha practicado nunca completamente el Dharma del Buda. Todos los buenos practicantes del Dharma han vestido siempre el kesa remendado y han mendigado la comida con sus cuencos. La razón por la que los monjes Zen han sido siempre admirados y elogiados es que cuando vivían en los mismos monasterios que los seguidores de las escuelas de enseñanza, siempre llevaban una vida sobria y pobre abandonando sus cuerpos y sus mentes, debemos conocer bien el estilo de nuestra escuela y perpetuarlo.

La pobreza no necesita ser justificada con pasajes de los sutras. Personalmente, hace mucho tiempo poseí propiedades, terrenos, jardines y riquezas. Mi fortuna personal era considerable. Ahora, cuando comparo mi estado mental de entonces con el de ahora, que sólo poseo mi kesa remendado y mi cuenco, puedo constatar que mi estado mental actual es mucho mejor.